lunes, 23 de enero de 2017

¿Mayoría libre?

¿Dónde se puede encontrar a alguien que piense y decida por sí mismo? Sin darnos cuenta hemos conformado una sociedad que se guía por el criterio de la “mayoría”. Esta "señora o señor" –para no ofender a quienes defienden el “los/las”- se puede definir como: conjunto o grupo cuantitativo superior a otro conjunto o grupo que es cuantitativo menor. Como se puede apreciar es muy impersonal, anodino, indefinido, impreciso, incierto, ambiguo e indeterminado, por no alargar más su confusa definición.

     Pero amigo mío, la mayoría es el criterio que lo justifica todo. Existen demasiadas decisiones que se dirimen por este criterio. En elecciones políticas, en comunidades de vecinos, en consejos de administración, en tantas organizaciones sociales, etc. En última instancia la decisión final es acordada por “la mayoría”. No importa si el procedimiento de discernimiento es correcto, si se tiene la información adecuada, si es un bien o un mal, justo o injusto, valor o contravalor. Por supuesto que la democracia se sostiene con el voto de la mayoría, lo cual respeto y apoyo sin ambages.

   La mayoría, en demasiadas ocasiones, es el refugio de los que no quieren pensar y abandonan su voluntad para obedecer ciegamente. En esta sociedad nos estamos educando para ser obedientes. Obedecer a no se sabe qué ni a quién. Sumisión al gobierno, al partido, al consejo de administración, al cliente, al votante, al inversor, al padre espiritual, al dios que designa cada religión, a las normas, a lo establecido. Los hijos a los padres, los alumnos a los maestros, los maestros a la administración educativa, ésta al gobierno de turno y el gobierno al jefe del partido y éste a la “mayoría” que lo ha elegido, en el mejor de los casos.

¿mayoría libre?

      La fortaleza del rebaño social está consiguiendo eximir a todo el mundo de su responsabilidad. Incluso hay interesados en decirnos, según su interpretación, quién es la mayoría social. ¿Nadie manda? ¿No hay personas independientes que tomen decisiones, ya sean beneficiosas o perjudiciales, y asuman las consecuencias? O, tal vez, el mundo se divida en dos tipos de personas: las que dicen “yo no he sido” cuando ha salido algo mal y las que aprovechan la más mínima oportunidad para “ponerse la medalla” ante cualquier logro, sea o no por su intervención.


   Quiero pensar que todavía  hay personas que se resisten a ser “mayoría” aunque ello les suponga en muchos momentos no ser bien visto por ese tipo de  “mayoría”.

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