Llenaré el equipaje con objetos,
no dejaré espacio para la memoria,
ni lugar para los recuerdos que anuden el pasado.
La maleta repleta del olvido
quedará abandonada en la basura del tiempo.
Esperando la vuelta de su dueño.
Abriré las contraventanas de la casa
iluminando los espacios vividos
y echaré la aldaba por fuera de la puerta.
Me iré con las manos vacías,
limpias de polvo e historias,
a soñar el cielo y acariciar el suelo.
Solo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión me interesa mucho.